La denostada «cultura audiovisual» no es una forma empobrecida de conocimiento, sino un camino alternativo de comprensión que no hay que entender como opuesta e incompatible con la tradición de aprendizaje a través de textos sesudos. Hay que evitar prejuicios elitistas y tratar de unificar las ventajas de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones para mejorar el proceso de enseñanza a través de la aproximación a la estructura mental de aquellos que han aprendido a pensar con elementos audiovisuales