Paloma Sendín de Cáceres
El artículo distingue tres etapas diferenciadas en la evolución de la política de promoción comercial hasta el año 2004. En la primera de ellas (hasta 1929) el apoyo al exportador se centra casi exclusivamente en el suministro de información, con la creación, algo desordenada, de una serie de órganos dedicados a ese fin. En la segunda etapa (desde 1929 hasta 1982), se avanza, por una parte, en la ampliación de los instrumentos y medidas de fomento de la exportación y, por otra, en la especialización de la gestión. La tercera y última etapa viene marcada por la necesidad de internacionalización de la empresa española, a la que ya no le basta con exportar, sino que tiene que acompañar este proceso con otro más complejo como es el de su implantación en el exterior. Por otra parte, el futuro de la política de promoción comercial podría girar en torno al suministro, básicamente, de servicios de información personalizados y de alta cualificación para el exportador-inversor, lo que significaría, paradójicamente, cerrar el círculo acabando por donde se empezó en 1891, es decir, que lo esencial es disponer de buena información.