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Evaluamos en este artículo los mecanismos del financiamiento de la salud en función de su eficiencia, equidad y adecuación. El caso de Singapur ha de constituir un estudio interesante, por cuanto se trata quizás del único país de altos ingresos, en rápido envejecimiento, que depende del ahorro obligatorio para financiar la salud, evitando asó los arreglos que hacen frente al riesgo mediante un fondo común, en general considerados eficientes y equitativos. Sostenemos aquí que las reformas paramétricas de los regímenes actuales que preservan la filosofía y el diseño del sistema no bastarán para hacer frente a los objetivos de financiamiento de la salud. Las reformas sistémicas, que introducirán a Singapur en la corriente dominante de los mecanismos de financiaciòn de la salud hallados en los países de la OCDE, son urgentemente necesarias. Su diseño y el cronograma de su ejecución deben fundarse en una buena calidad, en datos oportunos y pertinentes, y en un ámbito conducente a un vigoroso debate.
