El artículo presenta una reflexión sobre la importancia de la ética en la investigación y aplicación de la ciencia. La aparición de nuevos campos de investigación, biotecnología, genética, nanotecnología, etc., da lugar a nuevas preguntas y con ello nuevos problemas, plasmando la necesidad de analizar la responsabilidad de la actividad científica, no tomada en los parámetros de la responsabilidad tradicional, sino aplicada a los nuevos espacios surgidos y necesidades sociales. La ética en sí misma es compleja, y su aplicación en ciencia todavía mucho más, pero los campos que están surgiendo amplían el campo de debate de la ética. Aparecen nuevas expectativas, nuevas posibilidades, pero también desconfianzas, riesgos y daños; por lo tanto, aparecen nuevas preocupaciones. Ante este hecho, cabe formularse un sin fin de cuestiones que necesitan ser resueltas si existe un deseo de poner reglas éticas o límites éticos a la ciencia. En esta misma línea es conveniente formularse cómo deben ser esos límites, qué se desea limitar, etc., porque la ciencia debe seguir avanzando.