En este artículo se comparan los datos proporcionados por diferentes encuestas que intentan medir el grado de participación de los jóvenes en asociaciones, fundamentalmente en España y Alemania. Los datos empíricos se enmarcan en un contexto sociohistórico, que es el que genera y hace comprensibles las diferentes formas de participación de los jóvenes. Más allá de analizar las tradicionales diferencias entre los países nórdicos, con mayores tasas de afiliación, y los países mediterráneos, con tasas mucho menores, se constata que los temas de discusión teórica y política tienden a converger, como la conversión de las asociaciones en gestoras de servicios o la instrumentalización de la práctica asociativa a través de la acreditación de los aprendizajes informales o el acceso a beneficios sociales.