La actividad comercial constituye uno de los pilares en los que se sustenta la vitalidad de las ciudades. En este sentido, el desarrollo de iniciativas que impulsen la ciudad y su comercio requiere de una estrecha colaboración entre los comerciantes y otros agentes privados y públicos. Para hacer posible dicha colaboración, los comercios deben establecer vías de participación, una de las cuales es, precisamente, su implicación en torno a agrupaciones comerciales de carácter zonal. A través del presente estudio se pretende determinar cuáles son las características que, siendo inherentes al establecimiento comercial y a su propietario, permiten establecer los perfiles diferenciados de comercios tradicionales en cuanto a su decisión para asociarse o no. En concreto, para la definición de los perfiles de asociado y no asociado se han tenido en cuenta, por un lado, características referentes al establecimiento comercial, tales como la antigüedad, número de personas trabajando y la zona, así como variables relativas al comerciante, como son el género, la edad o el nivel de formación. El análisis de estas variables se realizó a través de dos técnicas multivariantes: el análisis logarítmico general, y la generación de contrastes sucesivos de la chi-cuadrada, denominada CHAID -Chi-Square Authomatic Interaction Detector-. Dicho estudio se enmarca en el contexto asociativo de la ciudad de Bilbao.