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Es difícil encontrar un mejor ejemplar de competencia que el ajedrez. La imagen de dos mentes brillantes atrapadas en una batalla de destrezas y voluntad ¿en la que la fortuna apenas tiene cabida ¿ es irresistible. Incluso la gente que no sabe mucho de ajedrez admite que es un juego poco común en términos de su complejidad intelectual y sus exigencias estratégicas. ¿Qué cosas podrían aprender los estrategas de los jugadores sobre cómo ganar? Para descubrirlo, la editora señor de HBR Diane L. Coutu conversó con Garry Kasparov, el jugador número uno del mundo desde 1984. Kasparov piensa que el éxito, tanto en el ajedrez como en los negocios, es sobre todo un asunto de ventaja psicológica. La complejidad del juego exige que los jugadores dependan fuertemente de sus instintos y estratagemas. A lo largo de esta extensa entrevista, Kasparov exploró el poder del ajedrez como un modelo para la competencia en los negocios, el equilibrio entre intuición y análisis que despliegan los ajedrecistas, el significado de su derrota ante la computadora Deep Blue de IBM, y cómo su legendaria rivalidad con Anatoly Karpov, el anterior campeón mundial, afectó su propio éxito. Kasparov también ofrece una solución a lo que él llama el dilema del campeón: ¿A dónde va un virtuoso, sea en los negocios, deportes o ajedrez, después de lograr todo lo que quiso, mucho más allá de todo lo que alguna vez imaginó? Si uno tiene suerte, dice Kasparov, tus enemigos te empujarán para entusiasmarte con permanecer en la cima.
