El voluntariado puede definirse como el conjunto de actividades de interés general desarrolladas por personas físicas, siempre que las mismas no se realicen en virtud de una relación laboral, funcionarial, mercantil o cualquier otra retribuida, sin perjuicio de que complementen la actividad de estas otras relaciones. Si bien, las personas voluntarias, en el desarrollo de esas actividades, tienen una serie de obligaciones que se asemejan a las derivadas de un contrato de trabajo. Esto hace pensar en si no sería conveniente ampliar la protección social de los voluntarios y, a su vez, pone de manifiesto que las áreas cubiertas por el voluntariado pueden convertirse en yacimientos de empleo que generarán nuevos puestos de trabajo.