Roberta A. Fusaro
Seguirles la pista a las tecnologías ¿en pro-ductos y servicios como TiVo y cobro electrónico de peajes¿ vuelve las vidas de las personas bastante más cómodas. Pero es entendible que el público esté preocupado acerca de los problemas de privacidad que vienen con estas tecnologías. Nadie está más consciente de ello que Dante Sorella, CEO de Raydar Electronics, la que desarrolla y vende etiquetas y lectores de identi?cación por radiofrecuencia (RFID). Por eso, Dante se preocupa cuando los ejecutivos de una empresa cliente se le acercan para integrar la tecnología de RFID a operaciones de retail. KK Incorporated, un fabricante y vendedor de ropa juvenil, quiere incorporar etiquetas RFID a sus altamente populares gorras y viseras. Estas etiquetas se activarían en la caja registra-dora con los datos de compra del cliente (artículos adquiridos, tallas, monto gastado y así). Cuando un cliente que lleva puesta una de esas gorras entre la próxima vez a una tienda KK, la etiqueta será escaneada por lectores ubicados en la entrada, y una pantalla de vídeo saludaría al comprador. Armados con datos sobre las preferencias individuales, el personal de las tiendas podría dirigir al cliente hacia sus estilos favoritos o artículos apropiados. Dante aprecia la tecnología detrás de la idea y, claro, el potencial de negocios para Raydar. Pero no puede evitar pensar que este uso particular le huele al Gran Her-mano. ¿Cómo debería Dante responder al interés de KK? Comentan este caso de estudio ?cticio Glen Allmendinger, presidente de la ?rma consultora en tecnología Harbor Research; Lee Tien, abogado senior de Electronic Frontier Foundation, una ONG que busca proteger los derechos digitales de los individuos; Nick Dew, profesor asistente de management en la Naval Postgraduate School de Monterey, California, y R. Bhaskar, un asociado a la División de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de Harvard University.