Gian Guido Balandi
La reforma de las pensiones de 1997 culmina un periodo borrascoso en que ha estado sumido el Sistema de Seguridad Social italiano (en lo que se refiere a pensiones de jubilación) desde, al menos, principios de los años 90. La reforma pactada a la que se ha llegado en 1997 tiene como líneas fundamentales las siguientes: mantenimiento del sistema financiero de reparto, con lo que se mantiene la solidaridad intergeneracional ; la extensión de la cobertura a algunas franjas de trabajadores autónomos antes excluidos ; el cálculo de la cuantía de la pensión contributiva de jubilación sobre el arco de toda la vida activa del pensionista ; flexibilidad de la edad pensionable (57-65 años) con sistemas de cálculo en función de la expectativa de vida ; modificación periódica de los porcentajes para el cálculo de la cuantía de la pensión de acuerdo a la marcha de la economía nacional y en razón del equilibrio financiero del Sistema ; unificación y armonización de los diversos y múltiples regímenes italianos de pensiones.