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Aunque los directivos de I+D, los propietarios de la innovación y los directivos de las cadenas de compras no tienen por qué ser estrategas, sí deben tener un conocimiento detallado de los temas estratégicos, y deben tener respuestas específicas para cada uno de ellos antes de embarcarse en inversiones tecnológicas orientadas a la creación de nuevos valores para el consumidor. Y aunque la inversión tecnológica es básica para el crecimiento económico, poner la innovación tecnológica por delante de la estrategia es como poner el carro delante de los bueyes. Este estudio sugiere que, para establecer vínculos entre tecnología y estrategia, deben darse cumplida respuesta a algunas preguntas. En particular, los directivos tecnológicos deben ser conscientes de que, en muchos casos, los motores no tecnológicos también pueden ser protagonistas de la evolución industrial basada en la tecnología.
