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A través del análisis de la evolución de los gastos sociales, se constatan dos hechos: por una parte la reducción de estos gastos, lo que incide en la indefensión de los sectores más desfavorecidos, con la consiguiente dualización de la sociedad, y por otra, las modificaciones ideológicas que ello supone y que plantean un debate entre el modelo socialdemócrata y el modelo acumulativo. Analiza las raíces históricas del Estado de Bienestar en España, el proceso de universalización de ese Estado en el período de la transición, y las tendencias a las que se orienta a partir de los cambios socioeconómicos que se están produciendo. En cuanto a estas tendencias, actualmente se producen dos hechos: la reestructuración del gasto público en beneficio de los gastos económicos y en perjuicio de los sociales y el proceso de privatización de los servicios sociales; ambos alimentan la injusticia del sistema de protección social ya que el estado minimiza sus prestaciones mientras que el sector privado establece servicios de calidad para quienes pueden acceder al mismo. Sin embargo es el sector privado el que se impone en el marco internacional, y teniendo en cuenta que España aún no ha cerrado el proceso de universalización de su sistema, y aunque este cuenta entre sus rasgos el de que dichas prestaciones sean de baja calidad, la definición del Estado de Bienestar español tiende a la superación progresiva del modelo socialdemócrata redistributivo y su sustitución por un modelo acumulativo.
