Les guste o no, los líderes necesitan gestionar el estado de ánimo de sus organizaciones. Los líderes más talentosos lo logran por medio de una mezcla de habilidades psicológicas conocida como inteligencia emocional. Tienen autoconciencia y empatía. Pueden interpretar y regular sus emociones, al tiempo que captan intuitivamente cómo se sienten los demás y cuál es el estado emocional de su organización.
Pero ¿de dónde proviene la inteligencia emocional y cómo los líderes aprenden a usarla? En este artículo, 18 líderes y expertos (incluyendo ejecutivos, investigadores del liderazgo, psicólogos, un experto en autismo y un director de orquesta sinfónica) exploran la naturaleza y la gestión de la inteligencia emocional, sus fuentes, sus usos y abusos. Sus respuestas variaron, pero de ellas surgieron algunos temas comunes: la importancia de afi nar consciente e inconscientemente las habilidades propias; la naturaleza de doble fi lo de la autoconciencia, y el peligro de dejar que una determinada habilidad emocional domine a las demás.
El profesor de psicología John Mayer, uno de los forjadores del concepto de inteligencia emocional, advierte a los ejecutivos que no se dejen confundir por las acepciones populares del término, que sugieren que basta con poseer un conjunto de rasgos de personalidad para automáticamente tener inteligencia emocional. El neuropsicólogo Elkhonon Goldberg concuerda con los profesores Daniel Goleman y Robert Goffee en que la inteligencia emocional se puede aprender, pero sólo por quienes muestran una aptitud para ella. La experta en sectas Janja Lalich señala que los líderes pueden usar sus habilidades de inteligencia emocional tanto para bien como para mal. ¿A veces la única diferencia es la intención del líder¿, afi rma. Y los líderes de negocios Carol Bartz, William George, Sidney Harman y Andrea Jung (de Autodesk, Medtronic, Harman Internacional y Avon, respectivamente) describen situaciones en que algunos rasgos de inteligencia emocional como la autoconciencia y la empatía los han ayudado, a ellos mismos y a sus empresas, a alcanzar un desempeño superior.