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Bronwyn Fryer
Jürgen Mehr, director de marketing para Europa del gigante alemán de software Typware, está molesto por las exigencias salariales de Anne Prevost, una ejecutiva estadounidense que quiere contratar. Ella es directora de marketing de una empresa de software de EE.UU. que ha estado haciendo incursiones en los mercados de Typware. Logró un gran aumento de las ventas de su empresa, y ahora está dispuesta a irse, siempre y cuando Typware le haga una buena oferta. Anne entiende la industria global del software e incluso habla alemán. Sería una contratación brillante. Pero la remuneración que pide es casi la misma de Jürgen.
Desde 1996, Typware ha incursionado agresivamente en los mercados internacionales. Los consultores que ayudaron a negociar las compensaciones para los empleados de ultramar recomendaron estándares variables dependiendo de la localización del empleado. En la mayoría de los casos, el paquete de remuneración es más que suficiente.
Pero los paquetes de expatriación individuales son cada vez más complejos. Los gastos diarios varían de acuerdo a cada país; cada caso es ¿especial¿. En Typware, las disparidades de salarios y beneficios entre los niveles ejecutivos se han convertido en la regla más que en la excepción.
Bronwyn Fryer, editor senior de HBR, examina el tema de qué enfoque de compensación internacional debiera adoptar Typware. Comentan este caso George T. Milkovich, Catherwood Professor en Cornell University; Jeffrey Alan Thinnes, director ejecutivo de Manugistics Central Europe, una subsidiaria de software con sede en Alemania; Joseph Yaffe, socio del estudio jurídico Latham & Watkins, y Dietmar Kokott, vicepresidente senior de recursos humanos globales, gestión ejecutiva y desarrollo de BASF Group.
