Robert S. Kaplan, Robert C. Merton, Zvi Bodie
¿Deben registrarse las opciones de compra de acciones como un gasto en los estados de resultados y en los balances de las empresas? ¿O deben permanecer relegadas a las notas? El extraordinario boom en los precios de las acciones durante la burbuja de internet llevó a que los que propugnaban el registro de las opciones como gasto fueran mirados como aguafi estas. Pero desde el crash, el debate ha irrumpido. Y no hay que asombrarse: los autores sostienen que el caso a favor de la contabilización de las opciones como un gasto es apabullante.
En este artículo, el premio Nobel Robert Merton, uno de los inventores del modelo Black-Scholes para asignación de precios a opciones, su coautor en el clásico texto ¿Finance¿, Zvi Bodie, y Robert Kaplan, creador del Balanced Scorecard, examinan y descartan los principales argumentos de aquellos que siguen oponiéndose a la contabilización de las opciones como un gasto. Se demuestra que el otorgamiento de opciones tiene efectos reales sobre el fl ujo de caja que requieren ser informados y que ciertamente, existen caminos efectivos para cuantifi car dichos efectos. Se describen en detalle las distorsiones que se crean al relegar la contabilización de opciones a las notas de los estados fi nancieros. Y se fundamenta por qué el registro de los costos de las opciones no debiera impedir, de ninguna manera, que las empresas recientemente creadas puedan otorgar incentivos a sus empleados.
Los autores están de acuerdo en que las opciones son, en verdad, poderosos incentivos y, por lo tanto no es defendible económicamente ignorar en la contabilidad estos poderosos efectos. Peor aún, porque de esa manera se incentiva a las empresas a favorecer las opciones por sobre sistemas alternativos de incentivos. No es el papel de los estándares de contabilidad, argumentan los autores, distorsionar las compensaciones de los empleados y ejecutivos, subsidiando una forma particular de compensación en desmedro de las otras. Las empresas deberían escoger métodos de compensación de acuerdo a los benefi cios que conllevan y no a la manera en que son informados.