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Thomas H. Davenport, H. James Wilson, Lawrence Prusak
Thomas H. Davenport, Laurence Prusak y H. James Wilson Existe un héroe desconocido en su organización. Es la persona que trae nuevas ideas para una mejor gestión. No son los innovadores en productos y servicios: éstos son celebrados con frecuencia y estruendo. Se trata, por ejemplo, del gerente que primero pronunció el término balanced scorecard, ¿opciones reales¿ o ¿capital intelectual¿. La innovación en gestión es cada vez más una fuente de ventaja competitiva, sobre todo ahora cuando la innovación en productos se copia tan rápidamente. Sólo que no ocurre en forma automática. Se necesita un determinado tipo de persona para acoger las nuevas ideas de gestión e introducirlas a la organización.
Los autores estudiaron recientemente a cien de estas personas para descubrir cómo convierten ideas nuevas en acciones dentro de sus organizaciones. Descubrieron que se trata de una especie distinta de profesional. Es decir, se parecen más a sus contrapartes en otras organizaciones que a sus propios colegas, y comparten una misma manera de trabajar. El primer paso de estos ¿practicantes de ideas¿, como los llaman los autores, es salir tras las ideas. Son ávidos lectores de literatura de gestión y participan con entusiasmo en las conferencias de negocios.
Muchos son amigos de gurúes del management. Cuando identifi can una idea prometedora, la adaptan para las necesidades específi cas de sus organizaciones. Luego se dedican activamente a vender la idea a los altos ejecutivos, a las bases, a los mandos medios. Y fi nalmente dan la partida al participar en experimentos de pequeña escala. Pero cuando la idea despega dan un paso al lado y dejan que otros la ejecuten. En este artículo los autores identifi can las características de los practicantes de ideas y ofrecen estrategias para administrar sabiamente esos talentos.
