El presente artículo es una aproximación a la industria audiovisual norteamericana en la década de los cincuenta y sesenta desde la perspectiva de los intercambios de materiales narrativos entre cine y televisión. Concretamente se analizará el periodo entre 1955 y 1965, en el que se realizaron casi tres decenas de adaptaciones cinematográficas de obras producidas en programas de televisión del género de la antología, una práctica breve pero muy fértil que comenzó gracias al éxito logrado por Marty y continuó con otros títulos relevantes como Vencedores o vencidos, Días de vino y rosas y El milagro de Anna Sullivan.