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En muchos aspectos de la vida ¿y los negocios no son la excepción¿ existen personas de alto desempeño que creen ser completos impostores. Para el observador externo, estas personas parecieran notablemente realizadas; a menudo son líderes extremadamente exitosos con una asombrosa lista de logros. Estos impostores neuróticos ¿como los llaman los psicólogos¿ no son culpables de una humildad falsa. Sentirse un fraude es el lado reverso de sus dones y causa que muchos líderes talentosos, trabajadores y capaces crean que no merecen su éxito. Haciéndose paso por la vida mediante el ¿engaño¿ (así ven las cosas), son perseguidos por el temor constante a ser descubiertos. Con cada éxito, piensan, ¿esta vez tuve la suerte de engañar a todos, ¿pero se mantendrá mi suerte? ¿Cuándo descubrirán que no estoy a la altura del trabajo?¿. En su carrera como profesor de administración, consultor, coach de liderazgo y psicoanalista, Manfred F.R. Kets de Vries ha encontrado impostores neuróticos en todos los niveles de las organizaciones. En este artículo, explora el tema de la impostura neurótica y describe sus síntomas clásicos: miedo al fracaso, temor al éxito, perfeccionismo, postergación de tareas, y adicción al trabajo. Luego describe cómo las personas de alto desempeño perfeccionistas pueden perjudicar sus carreras, la moral de sus colegas, y la última línea de resultados, al permitir que la ansiedad gatille conductas auto-inhabilitantes y dañen a la organización que tanto desean complacer. Finalmente, Kets de Vries ofrece consejos sobre cómo limitar la incidencia de la impostura neurótica y mitigar sus daños mediante una vigilancia discreta, una intervención adecuada y un apoyo constructivo
