La mejora de la eficiencia y la competitividad de las empresas constituyen uno de los principales objetivos económicos establecidos por las máximas autoridades de la Unión Europea. Unas empresas bien gestionadas y que cuenten con sólidas prácticas de gobienro empresarial obtienen mejores resultados que sus competidoras. Los recientes escándalos en que se han visto implicados los dirigentes de algunas empresas, exigen planteamientos eficaces que permitan devolver la confianza a los inversores y sirvan de protección a los terceros relacionados con las empresas. "Los medios de vida, las pensiones, la inversiones de millones de europeos dependen estrechamente del carácter adecuado y responsable de las prácticas y de la gobernanza de las empresas con cotización en las que invierten".