Los nuevos mecanismos llamados rentas básicas o sociales, en el marco de las transformaciones del trabajo, la segmentación social y la actual 'racionalización' de la protección social, tienen dos componentes: uno, de reforma social; otro, de proceso cultural. El artículo se centra en el segundo componente, el cultural, y señala la importancia que tienen estas reformas, propuestas y debates en los procesos de socialización y legitimación social, así como, en la conformación de la ciudadanía social y en la renovación de nuevas mentalidades y corrientes de pensamiento. Profundiza en dos aspectos clave: la relación entre la universalidad de los derechos y las necesidades sociales y la acción por la igualdad, y la oposición entre incondicionalidad total y reciprocidad o valores solidarios. Explica las polémicas teóricas más significativas que hay detrás de los discursos que fundamentan algunas propuestas. Por último, expone los criterios fundamentales de una renta social.