Ángel Sanz Cintora
El Tratado para una Constitución europea ha sido presentado por algunos como un serio avance en la construcción europea, incluso desde el punto de vista de la cohesión y la solidaridad europea. Aquí se trata de poner de manifiesto la distancia efectiva que hay entre las proclamaciones formales de la Parte I y los derechos proclamados en la Parte II y la dura realidad de los políticas concretas tal como se formulan en la Parte III del Tratado. Las políticas de mercado interior, económica y monetaria siguen la orientación neoliberal más rigurosa quedando muy limitadas las posibilidades de llevar a cabo las políticas sociales que serían precisas en un mercado único, en un Estado Federal del que estamos muy alejados.