José Luis Martín Navarro, Santos Miguel Ruesga Benito , Carlos Resa Nestares
La economía española mantuvo en los últimos tiempos su senda someramente ascendente. En el segundo trimestre de 2005 el crecimiento económico se elevó en una décima hasta el 3,4 por ciento. Durante el último año, cada nuevo trimestre ha conllevado una aceleración de una décima en el crecimiento económico. Con este último salto se alcanza ritmo de crecimiento que no se recordaba desde 2001, pero con ello no se aminora el tamaño creciente de las amenazas sobre la economía española, en particular del sector exterior, que el mercado de trabajo o bien tendrá que solventar con fuertes crecimientos de la productividad laboral y la competitividad o bien tendrá que sufrir en forma de fuertes reducciones en los niveles de empleo para reacomodar el conjunto de la economía a su situación en el contexto internacional.
La demanda interna continúa sosteniendo por sí sola el crecimiento económico español, dado que el sector exterior sigue retrayendo más de dos puntos porcentuales al crecimiento. Esta circunstancia, aparte de constituirse en el reto económico de mayor dimensión, está a punto de alcanzar el carácter de crónico. En el pasado, tamaño desbarajuste suponía una devaluación de la peseta. En la actualidad la diminuta reponderación del euro y el hecho de que dos terceras partes del comercio exterior de España se realicen con la zona euro no suponen gran ayuda para la reconfiguración del panorama macroeconómico en lo que se refiere al sector exterior.