La llegada de Manuel Fraga al Ministerio de Información y Turismo en 1962 presume un punto de infl exión para la prensa española de la época fi nal del franquismo. La promulgación de la ley de Prensa en 1966 es una llegada de aire fresco que limpia la enrarecida atmósfera informativa del régimen. A partir de estos momentos los diarios españoles gozan de una cierta autonomía informativa que, sin llegar a ser una verdadera libertad de información, supone el inicio de una andadura informativa, crítica y comprometida, germen de la prensa libre y democrática de nuestros días.