Acceso usuarios
Las Mutuas de Accidentes de Trabajo han contribuido a llenar un hueco muy profundo existente en el momento de la entrada en vigor de la normativa de prevención de riesgos laborales. La competencia y profesionalidad de los recursos humanos, la capacidad de sus instalaciones y la tradición preventiva de las mismas así lo atestiguan. Sin embargo, ni con todos esos recursos, las mutuas, en su condición de servicio de prevención ajeno exclusivamente, hubieran podido llegar a todo el tejido productivo español, por lo que se hizo necesaria la existencia de otras entidades surgidas de la iniciativa privada. Esa realidad ha implicado que estas nuevas entidades reclamen las mismas reglas de juego para todos. En el presente artículo, el autor analiza el contenido del Real Decreto 688/2005.
