El autor, que fue durante dos decenios representante del Grupo de los Empleadores en la Comisión de Aplicación de Normas de la Conferencia Internacional del Trabajo, hace un balance criticó del sistema normativo de la OIT. Saca provecho de esta larga experiencia para exponer el punto de vista de los empresarios sobre el nuevo rumbo que debe emprender la Organización en este terreno. Aboga principalmente por adoptar unas normas del trabajo más flexibles, que fijen los principios generales sin extenderse en cláusulas detalladas.