Susana Aguilar Fernández , Ana Ballesteros Pena
La inicial ausencia de respuesta del gobierno del PP ante el desastroso vertido provocado por el petrolero Prestige condujo, entre otras razones, a la aparición en Galicia del movimiento social Nunca Máis. Este movimiento ha mantenido un indiscutible protagonismo en las protestas ciudadanas que, tanto a nivel regional como nacional, denunciaban la mala gestión gubernamental de la crisis ecológica y económica causada por el derrame, ampliando además su agenda a las movilizaciones en contra de la guerra en Irak en el 2003. La primera pregunta a la que se intenta responder es por qué Nunca Máis surge tan tardíamente, en el año 2002, cuando las costas gallegas han sufrido una cantidad importante de derrames de distinto tipo en las últimas tres décadas. A diferencia de Sidney Tarrow (1998), que se centra en la (favorable) estructura de oportunidades políticas para explicar la aparición de las protestas, este artículo otorga una gran relevancia a la existencia de redes sociales previas y a la emergencia de agravios que se imponen súbitamente (en la forma de shock moral, que constituyó el accidente del Prestige) a la hora de entender cuándo surge la movilización. Una segunda cuestión a tratar es la de las consecuencias de Nunca Máis o la de por qué el movimiento no consiguió realizar las amplias expectativas de cambio político que había generado.