Los indicadores que tradicionalmente se vienen utilizando en economía para medir el capital humano dejan de lado muchos matices que se encuentran dentro de un concepto amplio de capital humano. En este trabajo se propone un nuevo indicador más elaborado, construido para una amplia muestra de ochenta y cuatro países y que tiene presente la educación formal e informal, la experiencia laboral y la salud. Se observan diferencias en las dotaciones de capital humano entre diversos países europeos, Estados Unidos y Japón atendiendo a cada uno de los indicadores. Se compara el indicador propuesto con los índices tradicionales, examinando su bondad a través de la evidencia empírica en un modelo de crecimiento basado en el utilizado por Mankiw, Romer y Weil (1992). Los resultados muestran que, con el indicador propuesto de capital humano, el poder explicativo del modelo es mayor que con los indicadores tradicionales.