El hecho de calificar de no formal o informal un tipo de educación no deja de ser negativo, despectivo y, posiblemente, ideológico. No es, por tanto, una mera cuestión nominal. No tener forma es tener sólo potencialidad y, de hecho, no ser nada. Debemos hablar en positivo: educación social, educación escolar, educación continua todo ello queda comprendido en la «educación-a-lo-largode- la-vida», que viene a coincidir con el concepto griego de paideia. Aunque toda educación es o debe ser social, cuando hablamos de educación social, estamos ante una especificación accidental, intensificación y/o topologización, diferenciada, a veces, de la educación, que busca la activación de las condiciones educativas de la cultura y la vida social, por un lado, y la prevención, compensación o reeducación de la dificultad y el conflicto social, por otro, dentro del marco general que configura la finalidad integradora de toda educación. Es necesario aceptar que la educación no es competencia exclusiva de la escuela y comenzar a experimentar modos flexibles que permitan el trabajo relacional y conjunto de la educación escolar y la educación social. Y, por otra parte, asumir, con todas sus consecuencias, que la escuela no deja de ser un jalón más y no el único en ese continuum que es la educación a lo largo de la vida. Ello evitará hacer de la escuela un santuario enquistado en la comunidad de la que debería formar parte.
The fact of referring to a type of education as non-formal or informal is certainly negative, pejorative and, maybe, ideological. Therefore, it is not only a mere question of names. The lack of shape means to have only potential and, consequently, to be nothing. Positive talk is a must: social education, school education, continuing education All of them are included in «lifelong education», which corresponds to the Greek concept of paideia.Although any type of education is or must be social, when we talk about social education we refer to an accidental specification, intensification and/or topologization. Sometimes social education is differentiated from education, whose aim is, on the one hand, the activation of the educational conditions provided by culture and social life and, on the other, the prevention, compensation or re-education of the difficulty and social conflict. This is done within the general framework that constitutes the aim of any type of education: integration. It is necessary to accept that education is not the sole responsibility of the school and therefore, to try flexible ways that make possible the relational and joint work of school education and social education. Apart from this, it is also necessary to assume, with all its consequences, that the school is but another key fact and not the only one in that continuum known as lifelong education. This will prevent the school from becoming a sanctuary deeply entrenched in the community to which it should belong.