Iván María Ortega Deballon
Quisiera hacer unas humildes aportaciones sobre el interesante debate planteado.
En una reciente sesión interna formativa en mi servicio, hablando de consentimiento informado para el protocolo de fibrinólisis extrahospitalaria en nuestras UVI'S Móviles, se suscitaba la duda de si debía llevarse a cabo este de forma verbal o escrita.
Mi experiencia personal en los casos en que hemos realizado, en diferentes servicios de emergencia, esta fibrinólisis es que el consentimiento ha sido informado y, posteriormente, firmado (esto es, consentimiento por escrito) sin que hasta la fecha haya tenido un solo caso de negativa a la fibrinólisis tras facilitar una información veraz y proporcionada, explicando los posibles beneficios probados y la no exención de riesgos que, aunque no habituales, también están probados.