El nivel actual de las pensiones no permite a gran parte de la población hacer frente al pago de los servicios asistenciales cuando el individuo deviene dependiente, a excepción que tenga ahorros, otras rentas o la ayuda de los familiares. La utilización de servicios formales supone un extra-coste, que no esta contemplado en los actuales esquemas de pensiones. Un Sistema universal de protección a la dependencia permitiría garantizar prestaciones públicas cuando aparezca la contingencia. Se realiza una aproximación al coste que puede suponer la implantación de un modelo universal que siguiendo la tendencia de otros países de la UE sería con participación de los usuarios.