La LO 15/2003, de 25 de noviembre, alcanza a los preceptos que protegen la propiedad intelectual en el Código Penal. Hay que vincular esta reforma a los diferentes avances tecnológicos. Con las nuevas técnicas de reproducción y de explotación de las obras se facilita su difusión, pero a la vez con ellas aumentan también los supuestos de piratería y se dificulta la persecución de las conductas delictivas. La reforma en términos generales supone un endurecimiento de la protección penal al elevarse la cuantía de las penas de multa, al ampliarse las conductas prohibidas y al incrementarse los supuestos agravados.