Desde los diferentes niveles de intervención social debemos observar como los factores individuales, familiares, sociales y culturales, van conformando al sujeto para que pueda percibir la realidad desde un lugar determinado. Un lugar privilegiado para intervenir con las mujeres es facilitándoles un espacio grupal.
El trabajo social con grupos es una herramienta muy útil. Favorece el proceso de socialización y facilita el contraste de opiniones, la reflexión y el diálogo, sobre las propias vivencias, deseos, pensamientos, miedos e inquietudes. Posibilita tomar contacto con aspectos internos, relacionados con los conflictos, y su problemática. Evita la cronificación de los síntomas, del malestar y del sufrimiento.