Carlos Lomas García
En este texto se muestra cómo la desigualdad entre hombres y mujeres (y las diversas formas de violencia asociadas a esa desigualdad) es el efecto del influjo de una serie de factores personales, familiares, educativos y socioculturales que contribuyen tanto a la construcción social de una determinada manera de entender la condición masculina y femenina como en consecuencia a la pervivencia del sexismo en nuestras sociedades. En este contexto, el influjo de los medios de comunicación de masas y de la publicidad a la hora de ofrecer visiones del mundo y arquetipos sociales y sexuales es innegable.
Con su omnisciencia comunicativa los textos de la cultura de masas exhiben la falacia de ser ventanas abiertas al mundo e inocentes espejos de la realidad. Sin embargo, la prensa, la televisión y la publicidad siguen construyendo la desigualdad sociocultural de las mujeres en las páginas de los periódicos y de las revistas, en las escenas de los programas de televisión y en los relatos de los anuncios (subrayando estereotipos, asignando a las mujeres al ámbito de lo privado y de lo doméstico, fomentando una mirada masculina sobre la sexualidad...) y predican de una manera sutil, en la actual época de lo políticamente correcto y de cierta estética masculina metrosexual, una versión edulcorada y postmoderna de los arquetipos tradicionales de la virilidad y de la feminidad.
Indagar sobre la influencia de los textos de la cultura de masas en la construcción de las identidades femeninas y masculinas constituye una tarea ética ineludible si deseamos construir un mundo en el que las diferencias sexuales no constituyan el burdo argumento con el que se justifican las desigualdades entre hombres y mujeres.