Desde que la ley de televisión privada de 1988 puso fin al monopolio de la televisión pública, el mercado televisivo español ha pasado por diferentes etapas que han configurado la situación actual. Las numerosas ofertas en abierto y de pago que disfrutan los telespectadores de hoy exigen mirar a la década de los noventa, diferenciando sus dos lustros y prestando atención a dos cuestiones: el desarrollo de la oferta en cuanto al crecimiento del número de canales; y la estabilidad y rentabilidad de las empresas. Las lecciones que pueden aprenderse son más significativas para el mercado actual de lo que puede parecer a simple vista.