La ONU es el espejo de la comunidad internacional, dice la autora, es el reflejo de sus contradicciones y aspiraciones, de sus sueños y sus realidades. Sin embargo, con 60 años encima y una situación diferente a la que le dio origen, con éxitos y fracasos, el organismo está por definir una reforma interna. No basta con una cirugra plástica ni un marcapasos; la consigna, señala Rosas,debe ser renovado o morir.