El acuerdo sobre la financiación sanitaria entre el Gobierno y las Comunidades Autónomas ha dado un respiro al Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, el acuerdo suscrito no avanza hacia un modelo recaudatorio que garantice de forma permanente la sanidad pública. Por ello es necesario mantener los principios que aseguran el bienestar y el progreso social, garantizando el buen funcionamiento de un sistema sanitario solidario, igualitario y equitativo.