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COLABORACIONES Aunque las economías nacionales abiertas y más pequeñas muestran tradicionalmente un grado de interdependencia internacional muy alto, las cuotas de inversión austríacas se sitúan por debajo de la media. Durante el ejercicio de 1999, las inversiones de empresas austríacas en el extranjero experimentaron sólo un crecimiento reducido, mientras que disminuyeron los flujos pasivos FDI (inversiones extranjeras directas) austríacos. Para el año 2000 se previeron reducciones tanto en las inversiones austríacas activas como en las pasivas. También en 2000 Europa oriental siguió siendo la región objetivo más importante para las inversiones austríacas, habiendo estado los bancos austríacos comprometidos activamente en la compra de entidades bancarias. Con una oferta casi agotada de privatizaciones en Hungría, a finales de los años 90, y muy al contrario de lo que ocurría a principios de la década, las FDI austríacas presentaron una amplia dispersión. Le sigue la UE como región más importante, siendo Alemania el país objetivo y de inversiones más importante para los flujos FDI austríacos tanto activos como pasivos. Viena se encuentra entre las ubicaciones más atractivas para las FDI en Europa debido a los bajos costes, una productividad de rápido aumento y el alto nivel de calidad de vida. Esta posición se ve reforzada por el programa económico del Gobierno federal austríaco. Viena se está convirtiendo en el emplazamiento más importante dentro de Europa, para las centrales de Europa oriental y como centro de competencia para los servicios financieros en Europa central y oriental. La mayor parte de las FDI, activas y pasivas, fluyen hacia el sector de servicios.
