El sector pesquero es una de las actividades que más ha cambiado su estructura y su funcionamiento en los últimos años, tanto por sus aspectos internos como por sus aspectos externos. Exponemos la actual configuración de los «equilibrios inestables» generados a partir de dos factores: el primero, derivado de la explotación de los recursos (que son móviles y finitos, con límites de productividad) y, en segundo lugar, el provocado por la mutación del orden jurídico internacional (que nos delimita unas nuevas condiciones en lo tocante a los derechos de acceso a las áreas de pesca y a la restricción de los límites de captura de los recursos).
Nuestro análisis aborda la triple dimensión de los ajustes estructurales referidos a las dimensiones biológicas, institucionales y económicas, y enfoca las nuevas tendencias en los marcos estratégicos que conducen a: i) la definición de las nuevas apropiaciones del medio marino; ii) la compartimentación territorial de los espacios pesqueros; iii) la definición de los nuevos derechos de propiedad a favor de las empresas y las condiciones de la transferibilidad de los mismos; iv) y la rivalidad y competencia tanto empresarial como territorial.
Finaliza nuestro trabajo apostando por un nuevo enfoque de la «competencia reguladora », por el que los Estados costeros no desean perder la soberanía del control de los recursos y sus específicas rentas de posición, al no querer renunciar a su capacidad de proteger sus propias economías nacionales frente a las estrategias de las empresas; y buscando, en suma, preservar los recursos, los territorios y zonas costeras, y los intereses de sus pescadores.