El incremento del volumen de los movimientos internacionales de capital, la liberalización de los mercados financieros y las crisis financieras que todo ello ha originado en los últimos años, ha renovado el interés por la propuesta de gravar los movimientos de capital transfronterizos. En este artículo se hace referencia al "impuesto de Tobin" como una modalidad de control de los movimientos de capital. En primer lugar, se describen las características y funciones de este impuesto, para posteriormente analizar los argumentos a favor de gravar los movimientos de capital especulativo a corto plazo. El artículo finaliza con una descripción de las críticas a este impuesto y de otras propuestas de investigación.