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Javier Morillas Gómez 
La Comisión Europea aprobó el pasado mes de septiembre un nuevo paquete de directrices y recomendaciones en materia de empleo para que Europa se ponga a trabajar. Este paquete es el primero desde la cumbre especial de Lisboa y comporta una serie de nuevas directrices para todos los gobiernos de la UE, teniendo en cuenta las nuevas prioridades acordadas en la capital lusa, y que conllevan cambios sustanciales respecto a las de 2000, tomando en consideración la evaluación de las políticas de empleo aplicadas por cada país, que deben ser compatibles con las orientaciones generales de política económica. Un contexto de práctica macroeconómica sólida, de equilibrio presupuestario y estabilidad de precios. Y una evolución salarial adecuada, que debe entenderse guiada por la productividad.
