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Urcilina Gallego Rueda, Concepción Toribio Vicente, Pedro Antonio Morejón Ramos
El saldo comercial de la región castellano-manchega ha alcanzado en 1999 un déficit de 187.283 millones de pesetas, que si lo comparamos con los 87.541 millones de pesetas de déficit en 1998, supone un incremento del mismo del 114 por 100. A esto hay que añadir que en 1998 el déficit comercial regional fue ya un 17,70 por 100 superior al registrado en 1997. Este comportamiento fue resultado de la fuerte desaceleración en el comercio mundial durante 1998 y primer semestre de 1999, motivado por la crisis financiera del Sudeste asiático trasladada a Hispanoamérica, todo lo cual se trasladó a la balanza comercial española y castellano-manchega en particular, siendo en este último caso más acusados sus efectos. Del análisis de los diez capítulos más significativos, tanto de las exportaciones como de las importaciones castellano-manchegas en 1999, se observa que éstos suponen el 61 por 100 y el 70 por 100, respectivamente, del total de la actividad en comercio exterior de esta Comunidad y que se mantiene una gran concentración en un número reducido de productos. Anivel provincial, los elementos que definen la estructura comercial de las cinco provincias vienen mediatizados por la significación de una provincia como Madrid, destino tradicional de ventas de las empresas de la región y punto obligado para muchas de estas empresas de cara a su comercio exterior, y por otra parte la importancia de los sectores agroalimentario y de bienes de consumo. Por todo ello y dada la participación que tiene esta región en el Producto Interior Bruto español en torno al 4 por 100, hay que concluir que aún queda un largo trecho para que el sector exterior alcance unas cifras similares.
