La décima sesión de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo ha permitido reanudar el diálogo entre países ricos y pobres con vistas a que la globalización genere beneficios para todos y no marginalizaciones crecientes. En este artículo, el autor analiza los prolegómenos de la UNCTAD X, sus conclusiones y enseñanzas de la misma manera que lo hiciera, en estas páginas, respecto a la UNCTAD VIII, y a la UNCTAD IX (1).