Pese a la diversidad entre las poblaciones de origen hispano que habitan en Estados Unidos, las instituciones de gobierno, los medios de comunicación y la mercadotecnia les han asignado una identidad cultural común para su relación con la sociedad dominante. En particular, la industria de la televisión en español ha reconocido la importancia del tema y se ha comprometido con la fundamental transformación demográfica, cultural y lingüística que la diáspora de la inmigración latinoamericana ha llevado a EE UU.