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Iñaki Iriondo Múgica, Juan Ignacio Palacio Morena 
Una de las claves de la posición competitiva de los países en la economía internacional se sitúa en su capacidad para sostener costes laborales relativamente bajos y que crezcan acompasadamente con la productividad. El análisis comparativo entre distintas economías se suele realizar a escala agregada, ignorando la existencia de fuertes desniveles de productividad asociados e significativas diferencias en cuotas laborales en el interior de cada economía. Las diferencias más importantes no son de carácter intersectorial, lo que indicaría simplemente una cierta ventaja comparativa en ciertos sectores productivos, sino intrasectorial. Esto requiere considerar los desniveles de productividad y de cuotas laborales entre empresas que compiten entre sí en un mismo mercado.
Los resultados del análisis confirman la existencia de elevados desniveles de productividad correlacionados con las diferencias en costes laborales, aunque son mayores las desigualdades en productividad que en salarios. De estos resultados se deriva la necesidad de instrumentar políticas más activas de carácter macroeconómico y con una dimensión territorial para conseguir mejoras de la competitividad más efectivas y estables.
