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El objetivo de este artículo es explorar la reacción de los agentes sociales ante la aparición de rebrotes inflacionistas y sus repercusiones en términos de cambios en la distribución sectorial del PIB. Asimismo, se analizan los efectos redistributivos que se producen dentro de la masa salarial entre salarios por persona y empleo, haciendo uso del índice de Costes Laborales Reales Unitarios, variable que se descompone entre el Coste Laboral Unitario y el deflactor, por un lado, y el Coste Laboral Real y la productividad aparente del trabajo, por otro. El análisis se realiza a dos niveles de desagregación para un período que abarca las tres últimas décadas. Se parte de un estudio a nivel agregado a partir del cual se identifican las principales pautas de comportamiento, así como los cambios que se han ido produciendo entre el impacto inflacionista asociado a la crisis energética y el que tuvo origen a finales de 1988. Posteriormente, se abunda el análisis a nivel sectorial apreciándose un comportamiento muy diferenciado en la distribución factorial del valor añadido de cada uno de los sectores objeto de estudio: agricultura, industria, construcción y servicios destinados a la venta.
