El presente estudio constituye una respuesta a la necesidad de disponer de una evaluación de carácter externo sobre el impacto, calidad y aceptación entre sus usuarios, específicamente trabajadores beneficiarios, del Plan FIP. Este Plan se implanta en España en abril de 1985 respondiendo a las preocupaciones, vertidas por el Gobierno y los agentes sociales de mayor representatividad en el Acuerdo Económico y Social de octubre de 1984, de alentar una política de empleo activa que vinculase estrechamente las acciones de formación profesional con los requerimientos del mundo productivo y con las necesidades de los trabajadores, particularmente de los más desfavorecidos. Desde aquellas fechas el Plan FIP, primero por objetivos anuales y más tarde con vocación de permanencia, ha consumado una importante andadura y ha ido concentrando su población destinataria conforme a la reordenación global de la formación profesional en nuestro país. Habiéndose consolidado ya importantes resultados del Plan y estando difundido ampliamente entre el público, era preciso efectuar su evaluación por relación a una muestra representativa de beneficiarios, como se ha hecho. El estudio se he realizado por una empresa especializada ajena a la Administración Pública y su coste cofinanciado por al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Fondo Social Europeo. El universo considerado ha sido el de los alumnos que culminaron cursos de formación profesional ocupacional con evaluación positiva en 1991. El trabajo de campo, mediante entrevistas personales, se realizó a mediados de 1993. Los principales resultados del estudio nos proveen de útiles e interesantes conclusiones, pudiéndose destacar como fundamentales un impacto relevante en términos de inserción, a la par que ha satisfecho a una demanda en términos aceptables de calidad, mereciendo una opinión positiva entre los alumnos. El estudio arroja importante información sobre trayectorias de los alumnos a cuyo efecto se han distribuido en diversas tipologías según su situación laboral antes y después del curso y en el momento de su entrevista; sobre sus motivaciones; sobre sus opiniones en relación a la calidad de los cursos; y, entre otras cuestiones, sobre sus deseos de realizar otro curso de formación ocupacional. El estudio, finalmente, discrimina sus informaciones según trabajadores parados y ocupados, y por atributos, variables y circunstancias como el sexo, la edad, la residencia, la materia de los cursos, etc.