Los estudios sociológicos referidos al trabajo y la empresa en el Perú se iniciaron a partir de los años sesenta en torno al problema de la modernización. En los años setenta, su foco de interés se dirigió hacia la acción colectiva de los trabajadores y de los empresarios. Desde los años ochenta, las incidencias de la crisis económica y del ajuste liberal sobre el empleo, el sindicalismo, los cambios en las identidades sociales, la expansión de la informalidad y la pequeña empresa constituyen los temas centrales. Luego de pasar en revista estas tres etapas, el autor examina más precisamente las contribuciones de los sociólogos respecto a la crisis del sindicalismo y la recomposición del mundo empresarial. Muestra cómo le sociología se ha situado en terrenos fronterizos con otras disciplinas; subraya la pertinencia de sus soportes. Entre sus limitaciones, señala la poca atención a los procesos de trabajo en las empresas, y una insuficiente coordinación y sistematización teórica de los estudios realizados.