En este artículo se hace un análisis empírico de las consecuencias de los cambios tecnológicos y organizativos en empresas españolas usuarias de alta tecnología sobre los procesos de trabajo, la movilidad funcional, las cualificaciones y los sistemas de clasificación profesional. En él se llega a la conclusión, de que la dinámica desencadenada por las formas sistémicas de racionalización industrial está haciendo tendencialmente obsoletos los sistemas objetivos de clasificación basados en la definición de puestos y tareas. Asimismo, propone como alternativa, la introducción de sistemas de clasificación basados en una definición de las características de los sujetos (nivel de estudios, capacidades, cualificaciones sociales, etc.), con el fin de que se pueda establecer una equivalencia estable entre función y categoría en un contexto tecnológico y organizativo enormemente dinámico y cambiante. Por fin se enumeran una serie de ventajas que tendrían estos sistemas para las empresas y para los trabajadores, así como algunas condiciones para que su implantación estimule nuevas formas de trabajar y gestionarlas.