El desarrollo de la dimensión social es un proyecto a largo plazo que comenzó con el Tratado de Roma. La primera legislación comunitaria relativa a la libre circulación de trabajadores data de la década de los sesenta. Desde entonces se ha adoptado una enorme variedad de medidas, incluyendo la unificación de recursos por medio del Fondo Social Europeo y Directivas sobre materias tales como la igualdad salarial y la igualdad de trato para hombres y mujeres. Al proyecto se le dio un nuevo impulso con la firma en 1989 de la Carta Comunitaria de Derechos Sociales Fundamentales de los Trabajadoras y con la publicación del programa de acción de la Comisión que la instrumente. Por medio de éste y otro trabajo futuro, la Comisión persigue promover un modelo de sociedad europea que combine la eficiencia económica y la cohesión social, y que descansa en la iniciativa, responsabilidad y solidaridad basadas en el diálogo. El nuevo Tratado permitirá a la Comunidad construir una genuina área social, en particular al hacer más fácil el proceso de toma de decisiones y aumentar la importancia del diálogo social.