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La reducción del tiempo de trabajo (RTT) es en sí misma considerada como un elemento esencial de la mejora de las condiciones de trabajo. Como muestra de ello se señala que la RTT figura en vanguardia de las reivindicaciones sindicales o que en algunos países ha llegado a ser impuesto por vía legal para determinados trabajos pasados.
Pero, ¿es en realidad la RTT siempre un factor de mejora de las condiciones de trabajo?. La cuestión merece ser tratada en la medida en que la RTT viene acompañada a menudo de importantes cambios organizativos, en particular a la hora de mantener la duración en la utilización de instalaciones y equipamientos. Estos cambios, no obstante, no necesariamente comportan progreso social dado que pueden generar nuevos problemas ligados al ritmo de trabajo, los horarios atípicos, etc.
Resulta por ello esencial, en un contexto semejante, poder identificar y comprender el conjunto de posibles opciones organizativas vinculadas a una RTT con el fin de poder elegir la/s respuesta/s más apta/s y positiva/s tanto económica como socialmente.
Complemento indispensable de este análisis de las diferentes opciones de organización es la puesta en marcha de estructuras de concertación y negociación, así como el establecimiento de procedimientos de seguimiento y evaluación.
